Este mes de agosto 2023 nos sorprende con dos Lunas llenas especiales, el 1 y el 30 del mes.
Un acontencimiento de dos llenas solo puede pasar en los meses más largos y no es tan frecuente. El próximo será en diciembre del 2024, otro mes de 31 días, y se repite hasta mayo del 2026. Si miramos hacia atrás, esta duplicidad no sucedió en el 2021 ni 2022. El más cercano fue en octubre del 2020.
Como si fuera poco, también serán las llenas más cercanas del año, por tanto, tendremos dos Súper Lunas en agosto. Esto resulta de su posición próxima a la Tierra (en perigeo), en la órbita elíptica lunar, que coincide con el plenilunio. Por tanto, se ven hasta un 14% más grandes y un 30% más brillantes que las más lejanas (en apogeo).
- La Luna llena más cercana del año será el 30 de agosto (23:53 hora de CR), con solo 357 181 km y 9 horas de su máximo perigeo.
- La segunda Luna llena más cercana del año será el 1 de agosto (09:52, hora de CR) que estará a 357 309 km y a solo 11 horas del máximo perigeo.
Pero la más cercana del 2023 no pudimos apreciarla en Luna Nueva y sucedió el 21 de enero con 356 569 km.
Otros efectos de esta alineación y proximidad. ¿Cómo serán las mareas, dos días después de estas Lunas llenas tan cercanas? Aquí puede encontrar la información.
¿De qué tamaño se ve la Luna? ¿Se ve más grande cuando está en el horizonte?
Juegue con su percepción y compruebe la famosa ilusión lunar.
De la historia. El ciclo lunar, de una Luna llena a la siguiente, toma 29,5 días y fue el origen del mes. Se tomó como parámetro del paso del tiempo en los primeros calendarios. Muchos de los calendarios antiguos tenían meses de 29 días seguidos por meses de 30 días y así se seguía la Luna; sus fases marcaban el paso del tiempo. Algunas culturas todavía lo hacen, como los islámicos que inician su mes con la observación del primer cachito de Luna creciente.
Por ajustes al ciclo solar y asuntos políticos, los calendarios fueron transformados y la longitud del mes se desligó de las observaciones de las fases lunares. Por ejemplo, Julio César quería un mes con su nombre y más largo, para ser recordado todos los años. El emperador Augusto no se quedó atrás e instaló otro mes largo con su nombre. Así se alargaron algunos meses, se reacomodaron, además de reajustarse al ciclo solar en el calendario calendario gretoriano, que es el que normalmente usamos ahora.
Conozca más de la evolución de los calendarios en:
"Del tiempo y calendarios" por Teodora Tsijli Angelaki y Manuel Murillo Tsijli
La Pascua y la Luna: cálculos y convenciones. A. León Castellá
Calendarios: consideraciones astronómicas y matemáticas en la medición del tiempo
A. León Castellá
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