Algunos consejos al encontrarlos por Julio Sánchez, Ornitólogo.
Asociación Ornitológica de Costa Rica
En el periodo comprendido entre abril y junio, principalmente, la mayoría de las especies de aves terrestres en Costa Rica se tornan muy activas. Los machos con sus cantos se anuncian ante las hembras y ante otros machos, proclamando su territorio y también a su pareja.
Luego se inicia la construcción del nido, con la participación de ambos sexos en la mayoría de los casos, o solo de la hembra, como ocurre en colibríes y saltarines. Una vez cumplida esta fase, se incuban los huevos y se crían los pollos.
Después de haber emplumado los pichones se tornan mas activos hasta que finalmente abandonan el nido. Algunos con éxito revolotean y permanecen ocultos y protegidos dentro del follaje o entre la hierba. Desde allí, para satisfacer su voraz apetito, llaman y reclaman la atención de sus padres.
Los adultos se dedican a alimentar a los polluelos en el suelo, mientras que estos adquieren fuerza y vuelan.
Otros pollos terminan en el suelo en su primer intento de volar y si no logran esconderse en las hierbas pueden ser presa de los depredadores. Se estima que en Estados Unidos 6 millones de aves son muertas cada año por los gatos.
Durante este período en nuestros jardines y parques frecuentemente se encuentran polluelos en el suelo, lo cual genera la compasión de vecinos, quienes por hacer una buena obra los toman y se los llevan a la casa. Allí tratan de alimentarlos con una dieta inadecuada que finalmente los lleva a su muerte.
Cuando se encuentra un polluelo en un campo abierto, una calle, u otro lugar desprotegido, lo recomendable es colocar el polluelo en un arbusto o dentro de la vegetación cercana y dejarlo allí, para que sus padres lo alimenten. Una vez que este haya adquirido la fuerza suficiente, el volantón alcanzará la seguridad de los arbustos o árboles y seguirá adelante con su desarrollo.
Una cobertura adecuada de arbustos y hierbas son el mejor refugio para los volantones. Por ello es importante plantar suficiente vegetación en nuestros jardines y parques y así se podrá proteger y disfrutar más de la naturaleza.
Por último, si usted encuentra un ave enferma o herida, consulte a un veterinario cercano. Ellos podrán asistirle.
(Este artículo fue publicado originalmente en el 2001, luego trasladado al formato actual de la web de CIENTEC e ilustrado con fotografías adicionales de Ronald Arias y Alejandra León Castellá.)