Fundación CIENTEC

Concurso de Ensayo


Ensayos ganadores del 2001
—Tercera edición del Concurso—

TEMA: "ENERGÍA: Alternativas y desafíos"

Foto ganadores

De izquierda a derecha: Fernando Gutiérrez, Viceministro de Ciencia y Tecnología, Daniel Garro Sánchez, Ariel Natan Merenstein Hoffmann, Leonardo Jiménez Rodríguez e Isabel Vargas, de CIENTEC

Ganador Primer lugar
Ariel Natan Merenstein Hoffmann
11 año, Instituto Weizman, San José

No hay nada nuevo sobre la tierra, dijo Salomón.
Así como Platón imaginaba que todo conocimiento
no es más que remembranza, así Salomón expresó
su sentencia de que toda novedad no es más que olvido.

Francis Bacon, Essays, LVIII

A través de la historia la capacidad del ser humano para utilizar nuevas fuentes de energía ha definido el nivel de progreso alcanzado por la sociedad. Un vistazo a la historia revela la interminable cadena de eventos que, puestos en marcha por una innovación energética, permiten al hombre alcanzar nuevos hitos.

La incapacidad de las primeras sociedades para crear economías avanzadas se debió en parte a su estricta dependencia en la fuerza humana. El apego total a la fuerza humano como energía limitó la capacidad productiva de la sociedad a la fuerza física humana.

La domesticación de los animales marcó un hito en la historia. El valor del ser humano ya no estaría limitado a su fuerza: ampliar el horizonte energético permitió a la humanidad ensanchar límite de su progreso. El avance fue enorme: la fuerza animal permitió a la sociedad ampliar su capacidad productiva. Al ampliarse el horizonte energético se creó un suelo fértil para sociedades complejas, las grandes civilizaciones nacieron, el crecimiento humano no conoció fronteras: las pirámides en Egipto y el Coloso en Rodas, la rueda en China y la filosofía en Grecia.

La Edad Media no fue como su nombre parece indicar, un período caótico y atrasado. Por lo contrario, el aporte del feudalismo medieval a la sociedad fue inmenso: la producción en exceso de los feudos hizo posible el comercio. Los centros comerciales de la Europa Medieval se convertirían en importantes ciudades como Estocolmo y Florencia. Alrededor de las ciudades medievales se desarrollaron las primeras universidades. Los importantes conocimientos desarrollados en las universidades medievales asentaron las bases para el renacimiento.

Las campanas del Humanismo Renacentista bastaron para iniciar la cadena de eventos que reinventarían al ser humano y al mundo: la sociedad contemporánea sería creada. Montaigne, Bacon y Voltaire aportarían el motor ideológico; sin embargo, se necesitaría más que ideas para llevar a cabo la revolución: se necesitaría energía. Desde ese entonces, la evolución energética no ha conocido límites, la energía del viento dio a conocer América, la ingeniería y el cálculo de Newton aportaron al mundo la energía mecánica, el vapor permitió la revolución industrial; el petróleo transportó al mundo por tierra, agua y aire, los electrones "energizaron" al mundo, a un nuevo mundo.

El enfoque en la objetividad y la experimentación dio grandes resultados jamás en la historia había en la humanidad conocido un período de tanta innovación tecnológica. La innovación energética tuvo un certero efecto: progreso. La humanidad se concentró en las ciudades, la industria moderna nació. El crecimiento económico derivado de la revolución industrial tuvo como eje central la energía: la energía de los barcos a vapor que permitió el comercio a gran escala; la energía mecánica que creó la industria, la energía del carbón que se utilizó para producir hierro; la energía que creó por que sin ella no hubiera existido la sociedad y la economía moderna.

El sistema de transporte desarrollado en los dos últimos siglos ha permitido el transporte de mercadería de manera rápida, segura y económica; como consecuencia el comercio ha crecido en los últimos años con vertiginosa rapidez. Sin embargo, el esfuerzo realizado pora la humanidad para construir un sistema de transporte, no hubiera tenido sentido sí no hubiera existido la energía para impulsarlo.

El crecimiento económico posterior a la Segunda Guerra Mundial fue sorprendente, el mundo que emergió fue más fuerte que el de la preguerra. El progreso social y económico se dio en países ricos y pobres por igual, la accesibilidad y economía del pertróleo en el período de posguerra energizó al mundo, el progreso sería la consecuencia certera. Sin embargo, el mundo olvidó la importancia de la innovación energética. Las fuentes energéticas de la llamada Segunda Revolución Industrial mantuvieron su posición central en el sistema energético del siglo XX: los hidrocarburos no perdieron la corona. El mundo no aprovechó el período de prosperidad para crear nuevas fuentes de energía. La dependencia de los hidrocarburos probó ser dañina; cuando la OPEP en los setentas manipuló monopolísticamente el precio del petróleo, la humanidad se tropezó.

Más preocupante es aún la dirección que la cabeza del mundo capitalista parece tomar cuando en su último plan energético promueve al carbón, como fuente energética "alternativa" y pone en duda la importancia del hidrógeno en su estrategia energética. Adicionalmente, "en pos de su economía", EEUU renunció al acuerdo multilateral firmado por las naciones desarrolladas para reducir las emisiones contaminantes.

La crisis energética que EEUU atraviesa es preocupante, los altos precios de la gasolina han dañado su economía y la crisis energética en California interrumpe continuamente las actividades económicas del centro tecnológico y manufacturero de la nación. Es irónico entonces pensar que Intel esté sufriendo en sus oficinas centrales en California penurias más graves que las derivadas del sistema energético "subdesarrollado" del ICE La prosperidad de la última decada no ha sido aprovechada en el frente energéticio: la sobreinversión en "tecnología de punta" ha causado una subinversión inclusive en las viejas fuentes energéticas ; el crecimiento de la oferta del petróleo ha sido menor que el crecimiento en la demanda. Tres décadas después de la crisis de los setenta seguimos dependiendo del petróleo.

La alta dependencia de los hidrocarburos no parece disminuir en EEUU la contribución hidroeléctrica al sistema eléctrico ha pasado de 1920 a 1990 del 40 al 10%. La construcción de nuevas plantas de fisión ha entrado en pausa desde el accidente de Chernobyll. Además, las prometedoras plantas de fuisión seguirán siendo un asunto de ciencia-ficción por al menos una década. Las más nuevas fuentes de energía, como la energía solar, la energía eólica y la energía geotérmica, todavía representan un porcentaje mínimo de la generación eléctrica mundial.

Sin embargo, los prospectos son mejores que lo que la situación energética presente indica. Se cuenta ya con tecnologías poderosas, como las células de combustible que por medio de procesos electroquímicos producen energía al unir hidrógeno con oxígeno para formar agua; de esta manera prometen abastecer al mundo de energía ilimitada sin contaminación. Sin embargo, la barrera prinicipal para la innovación energética continúa siendo el alto costo de las nuevas tecnologías. Pero se el pasado da indicios acerca del futuro, los precios de las alternativas energéticas bajarán a precios competitivos y con el tiempo proveerán al mundo de energía producida con fuentes inagotables y sin producir contaminación.

La importancia de la renovación energética no puede ser exagerada: la historia ha demostrado que importantes innovaciones energéticas traen consigo períodos de progreso humano y económico. Sin embargo, el efecto positivo de una innovación energética es limitado; esto obliga al hombre a continuamente buscar nuevas fuentes de energía para continuar ensanchando el límite de su progreso.

Puede concluirse de esta forma que el progreso económico de una sociedad está íntimamente relacionado con el acceso que ésta tenga a nuevas formas de energía. Las nuevas tecnologías energéticas desarrolladas en los últimos cincuenta años no han sido ampliamente aceptadas; sin embargo, se espera en los próximos años, que una baja en el costo de las nuevas alternativas energéticas, cause una mayor aceptación. Con la historia como guía se puede esperar de los próximos años una época de progreso social y económico, como consecuencia de la aceptación de innovaciones energéticas.

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Ganador Segundo lugar
Leonardo JiménezRodríguez
11 añoColegio Técnico Don Bosco, San José

Este es posiblemente uno de los temas más controversiales de nuestro tiempo. Somos observadores de crisis energéticas en regiones como California y países como Brasil, sin saber cuántos más los seguirán o si entre ellos pudiera estar un día nuestro país. Pareciera que no hay rumbo seguro ni modelos que imitar, ya que los modelos de desarrollo energético generalizados van en contra de nuestras pólizas ecologistas.

Sin embargo, dentro de este panorama, hay un país que se destaca en la producción de energía, además de seguir un modelo ecológico: Alemania, país ubicado en el centro de Europa.

Los alemanes han tomado muy en serio el problema energético mundial, siguiendo serios lineamientos ecológicos. Producen energía eólica, llevan a cabo la instalación de celdas fotovoltáticas, que alcanzan en la actualidad las 100.000 casas, a lo que se sumarán los grandes estadios que se preparan para el mundial del 2006 con su propia fuente de energía eléctrica. Sustituyen, además, las calderas domésticas por efectivos calentadores con gas natural, que , a la vez producen electricidad. En el campo automovilístico, fijan los más altos estándares de calidad para sus autos, (la VW tiene el carro que produce menos contaminación en el mundo), contando con extensos proyectos de renta de bicicletas en sus ciudades para que la gente las use en vez del carro.

Alemania asumió el reto de mantener el progreso económico y disminuir sus emisiones de Co2 en un 25% siendo esto posible por tener dentro de su sistema político un partido ambientalista que ha tomado poder e influencia en las decisiones de ese país.

Esto es un ejemplo de que, sin proyectos demasiados ambiciosos no onerosos, se puede colaborar en un momento donde el desperdicio energético es nuestro principal enemigo. En Costa Rica hay un gran potencial para desarrollar este tipo de proyectos. Por ejemplo, la más alta concentración de población está en el área metropolitana, la cual es relativamente pequeña. Como aquí se centra el mayor gasto de energía, el establecimiento de caminos para bicicletas y su eventual renta sería una opción viable para reducir las presas, y, por ende, el consumo de combustibles fósiles.

El establecimiento de trenes eléctricos que comuniquen a las cuatro ciudades principales produciría la disminución del uso de los carros, por un tipo de transporte público más rápido y eficiente.

Proyectos de esta clase, llevados a cabo en conjunto con otros de producción eléctrica, nos llevaría a una estabilidad mayor en el campo de la energía. La producción de electricidad con celdas fotovoltáticas, sobre todo en las zonas costeras del Pacífico, serían muy beneficiosas por su alta taza de producción, debido al clima de las regiones y el ahorro en la transmisión de la energía por medio del tendido eléctrico.

Sería esencial dejar atrás la esperanza de encontrar petróleo en nuestro territorio para utilizar estos recursos en el desarrollo de tecnologías de producción eléctrica con carácter ambientalista. Pues, si bien las represas hidroeléctricas afectan los ecosistemas, también es cierto que se crean otros totalmente nuevos alrededor de ellos. Este es el reto que enfrentan los científicos costarricenses.

La mejora del país recae en todos aquellos que son y los que vamos a ser científicos y tecnólogos en Costa Rica. La capacidad mostrada por muchos costarricenses ha quedado demostrada como es el caso de los científicos de la NASA, los ingenieros de empresas de tecnología de punta como el caso de INTEL y muchas otras empresas que muestran su interés por requerir los servicios de estas maravillosas mentes costarricenses. Basados en su capacidad es como nuestro país debe asumir con confianza los retos del nuevo siglo, para ser parte de un solo mundo totalmente globalizado, al cual debemos presentarnos como país inteligente y preparado para similar cualquier cambio.

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Ganador Tercer lugar
Daniel Garro Sánchez
12 año, Colegio Vocacional Monseñor Sanabria
Desamparados, San José

Retahíla Energética

¡Qué simple puede ser la existencia...en algunas ocasiones!

Qué fácil y barata nos parece la sublime pacificación de levantarnos cada mañana y participar en la modorra consumista a la que llamamos progreso. Es imposible concebir remordimiento alguno en el acto glorioso de encender la PC y navegar horas y horas en una dimensión inexistente, entre la multitud de ojos desconocidos que, al igual que uno, pretenden escucharlo todo, verlo todo, aprenderlo todo y, finalmente, por pura conveniencia...¡vomitarlo todo! Diez horas de trabajo, cuatro horas de sueño, cuatro horas de internet cuatro horas de Play Station... Y un par de horas de A Todo Dar. Esa es nuestra vida, nuestra existencia fructífera y moderna, la retórica tecnológica que amenaza con el suicidio accidental más absurdo de la historia. ¿En realidad somos capaces de enchufar y enchufar, encender y encender, gastar y gastar, etc. y etc. , hasta más no poder, sin meditar en lo irreflexiva que se torna esta rutina ancestral santificada por el despilfarro? ¿Y qué significa ese "más no poder"? ¿Significa el momento en que los combustibles fósiles digan alegremente: Nos extinguimos, imbéciles, ja, ja, ja?

¿Es el momento en que las plantas de energía nuclear conviertan a la Tierra en la bombeta más grande del universo? ¿El momento en que tendrán que fabricarse computadoras de cuerda? ¿Qué glorioso momento es ese? ¿Porqué no lo vemos? ¿Porqué no lo sentimos?

Creemos que cada día será exactamente igual su antecedente y que las cosas no se acumulan, no se amontonan unas sobre otras formando una pila ominosa de maldiciones. Creemos, de alguna forma increíble, que el resto del mundo carece de efecto sobre nosotros y que la planta de energía eléctrica está junto al hogar, pegadita tiernamente al enchufe. Nuestra reducida expresión mental nos impide ver lo que hay más allá del muro, edificio o montaña que obstruye la visibilidad. No podemos imaginarnos el fantástico recorrido que afronta el cable eléctrico desde que sale del hogar, pasando a través de selvas, viento, marea, asfalto y peligros, hasta llegar a la plata eléctrica que, tal vez, algún día, podría acogerse a la movilidad laboral (o mejor dicho, a la inmovilidad laboral). De igual forma, todo ese angustioso asunto de la O.P.E.P. se nos figura como un cuento más en los diarios, algo que se agrava constantemente sin llegar a ningún punto crítico. De hecho, nunca falta el cristiano que no sabe qué es la O.P.E.P. y cree que el petróleo se saca de un árbol, del hígado de una foca, o algo por el estilo. Y muchos de los felices y patrióticos hijos de la G7 no saben si su electricidad proviene de un río supuestamente protegido o de una mesa de billar atómica.

¡Aaaaaah, la ignorancia, la ignorancia! Y peor aún... la negligencia. Los mismos elementos detractores de toda la vida, los que autorizan a los hombres machos para fumar compulsivamente creyendo que nunca se les va a pudrir exquisitamente el relleno. Y es el mismo caso de las fuentes de energía. Nos acostumbramos a una forma de vida efímera y contaminante, además de peligrosa. Le damos nuestra confianza ( y peor aún, nuestro dinero) a entidades industriales con delirio de Matuzalén que solamente saben escarbar y tirar la basura donde primero se les ocurre. El mundo civilizado prácticamente ha puesto sus cimientos en esas industrias capciosas que, lo quieran o no, lo acepten o no, dejarán de escarbar algún día, cuando la expresión "más no poder" tome verdadero sentido. Sin embargo, esa energética hecatombe no deja de parecernos lejana, recóndita, ficticia, nos hablan de ella, nos advierten sobre ella y el único pensamiento que nos viene a la mente es: para entonces voy a estar reciclado. Y no estoy en posición para discutirlo. Sin embargo, lo mismo se decía de la capa de ozono y en la actualidad se hace fortuna vendiendo anteojos Rayban en América del Sur.

Así, mientras el tiempo transcurre, mientras el petróleo y su séquito se sumergen cada vez más en una resaca de cuidados intensivos, y los átomos estudian seguridad vial para no repetir el bochornoso desaire de Chernobyl, la crucial anagnórisis aguarda. Y nosotros, distraídamente, continuamos disfrutando de las cuatro horas de tal-y-cual-cosa, saboreando la textura del mundo civilizado, sin pensar en la noche horrorosa en que las luces se apagarán para no encender jamás. La pobreza, la miseria, la oscuridad, la cocina de leña, la candela. ¡El mundo incivilidad! Claro, cuando llegue ese día no podremos decir que nadie lo advirtió, que nadie nos hizo mirar al cielo y sentir el choque flamante y honesto en todo nuestro cuerpo, aliviado suavemente por esa fuerte brisa que antaño molía trigo, no podremos decir que nadie nos hizo tocar la tierra para buscar el terror... y la esperanza; o que nadie nos contó las mil y un formas de construir una represa hidroeléctrica sin necesidad de destruirlo todo o las mil y una formas de EXISTIR sin destruirlo todo...

Sin embargo, lo diremos. ¡Créanme! Un error es como el vicio: casi nunca se reconoce voluntariamente (casi que conste). De hecho, no creo que la humanidad escuche ésta necia retahíla que le he dado. Pensará que este humilde y anti-pardigmático servidor es un manojo de traumas pesimistas y compungidos, que no tuvo con quién jugar en su infancia y que tal vez cuenta con un refugio post-apocalíptico en el sótano.

¡Perfecto! ¡Digan lo que quieran! ¡Hagan lo que quieran y sigan así! ¡Los felicito!

Probablemente, el escarmiento perfecto para nosotros sería despertar un día y sufrir el invierno de la paciencia y el esfuerzo físico; sentir en carne propia la imposibilidad de querer continuar con nuestra rutina "productiva" y no poder hacerlo, debido a la huelga de los enchufes; salir a la calle y contemplar el ignominioso caos de la metabasis; personas matándose por un poco de oro negro y una pizca de energía, navegar en una especie de "novena plaga virtual" y enviar maldiciones al cielo... después de contemplar el rostro satisfecho de algún cauto vecino a bordo de su flamante crucero Full-Solar.

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PROGRAMA DE MOTIVACIÓN

Se realizaron siete actividades de motivación este año:

Acompañamiento del Rally de vehículos eléctricos en la zona Atlántica

visitas a colegios y Direcciones Regionales de Educación,

videoconferencias en las que participaron los Colegios Virtuales, las Sedes Regionales de la Universidad Estatal a Distancia y el Centro Nacional de Alta Tecnología.

Conferencias en INBioparque, la Universidad Nacional y el Museo del ICE,

un Videoforo en el Instituto Tecnológico de Costa Rica con el filme El Náufrago

se desarrolló una SECCIÓN DE ENERGÍA en el sitio WEB de CIENTEC.


SELECCIÓN

Después de un proceso de evaluación, compuesto por tres partes (uno regional y dos nacionales), el Jurado Nacional escogió los primeros lugares de este certamen, el pasado 24 de agosto, en el Centro de Alta Tecnología, Franklin Chang Díaz — CENAT, este año con el tema "Energía: Alternativas y Desafíos".

En los dos años anteriores, la composición de los finalistas resultó ser dominada por mujeres provenientes de regiones lejanas a la capital: Juan Viñas, Desamparados, Pococí, Pérez Zeledón , Limón, Corralillo de Cartago y Palmares. En contraste, en este caso, los tres ganadores fueron varones del Gran Area Metropolitana.

Estos jóvenes, escogidos como finalistas ocho días antes, pasaron una prueba final en la que demostraron sus habilidades literarias y conocimiento del campo, para luego ser acreedores de premios en equipo, materiales y oportunidades de aprendizaje.

El jurado, compuesto por miembros de las universidades públicas y por representantes de los patrocinadores quedó muy impresionado por la calidad de los trabajos recibidos y el valor motivador del certamen.


PREMIOS

Primer lugar:

Segundo lugar:

Tercer lugar:


ORGANIZADORES, PATROCINADORES Y COLABORADORES

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