El 2024 tendrá 366 días por ser un año de ajuste del calendario, denominado bisiesto, y el mes de febrero se alarga a 29 días. Este ajuste sigue una serie de reglas que se desarrollaron a través del tiempo y la observación astronómica.
De ciclos astronómicos a convenciones
La gran mayoría de los pobladores del planeta funcionan hoy siguiendo un mismo calendario oficial, el gregoriano. Paralelamente, algunos mantienen otros calendarios para sus celebraciones religiosas o culturales.
Los calendarios dividen el tiempo y lo agrupan en intervalos (días, meses, años). Su evolución fue el resultado del seguimiento de los astros, paralelo al desarrollo matemático, las dos ciencias que nacieron juntas. A ello se sumaron tradiciones pasadas de una cultura a otra y, luego, ajustes realizados gracias a la aguda observación, medición y seguimiento del ciclo solar.
CICLOS ASTRONÓMICOS
La medición del tiempo ha evolucionado ligada a tres ciclos astronómicos: el día, el mes y el año.
Más sobre el calendario y los astros
REGLAS DE AJUSTE
Los años divisibles entre 4, se les añade un día, con excepción de los divisibles entre 100, excepto si también son divisibles entre 400. Por lo tanto, los años 1700, 1800, 1900 no fueron bisiestos, pero sí lo son 1600, 2000 y 2400.
¿Será bisiesto el 2100?
29 de febrero: DÍA DE AJUSTE
Hoy sabemos que la Tierra realiza 365,2422 rotaciones en un año (un período alrededor del Sol), o sea un poquito menos de 365 y 1/4. Lo cual es problemático, pero se puede ir acumulando para hacer ajustes periódicos cada cierto tiempo.
En los tiempos de Julio Cesar (100-44AC), el calendario utilizado hasta entonces se había desplazado con respecto a la ciclo solar. Entonces, entre otros ajustes, se creó el año bisiesto, que añadía un día en febrero cada cuatro años. El calendario “Juliano” (que todavía es usado en algunos países de religión ortodoxa), fue utilizado por 1.500 años en Europa, pero le sobraban 11 minutos y 14 segundos con respecto al año solar.
Para 1580, el equinoccio de marzo (que sucede entre el 19 y 21 de marzo) se había desplazado al 11 de marzo. Fue entonces cuando el Papa Gregorio XIII, asistido por los científicos Luigi Ghiraldi y Christopher Clavius, impuso un nuevo calendario, conocido como gregoriano, que es el utilizado hasta hoy.
OTROS CALENDARIOS
Claro que existen otros calendarios, culturales y religiosos, que tienen sus propios ajustes. Un ejemplo es el calendario lunisolar chino. Ellos resolvieron el reto de la sincronización entre el ciclo lunar de 354 días en 12 meses (29,5x12=354) y el ciclo solar de 365 días, añadiendo un mes cada 2.7 o 3 años, o 7 meses adicionales en 19 años.
Otros, como el calendario lunar islámico, no busca sincronizarse con el ciclo solar. Sus festejos van corriéndose en las estaciones.
Muchas de las fechas importantes para otros calendarios cultures y religiosos son incluidas cada año en el Lunario de CIENTEC, en seguimiento a estas otras formas de llevar una cuenta del paso del tiempo.