Once jóvenes talentosos fueron reconocidos en noviembre, 2008, como ganadores del 10. Concurso Nacional de Ensayo Científico, en dos categorías (de 13 a 15 años y de 16 a 18 años) y dos idiomas: castellano e inglés.

A continuación se presentan los once talentosos jóvenes.

Sueño de una inminente realidad

Primer lugar
Andrey Gómez Ureña
15 Años
Atlantic College, Guácimo, Limón

Intenté disipar la densa niebla, producto y causa de mi desconcierto. Pero mis esfuerzos eran en vano. Sentía un poco de impotencia, como si estuviera atrapado en arenas movedizas, entre más intentaba escapar de ella más indefenso caía yo sobre sus regazos.

Luego, en un intento por despejar mi mente, encendí el televisor: que dicha que existe la tecnología, pensé. La mañana era joven aún, así que mis expectaciones a futuro positivas. Pero esas ilusiones se vieron rápidamente oscurecidas por el amplio manto de la violencia. El noticiero matutino anunciaba como titulares: conflictos innecesarios (como si hubiese uno necesario) entre diversas naciones, accidentes automovilísticos, hambrunas, sequías, desastres naturales... Todo esto me imposibilitó hacerme el indiferente o creer que era algo meramente ajeno y fuera de mi incumbencia, pues esta oleada de acontecimientos me abrazaba de tal manera que podía percibir la esencia de la culpabilidad pasando ante mis ojos, ¿era yo el causante de esto?. En todos esos conflictos que se me presentaban, había una constante; en todos ellos, se utilizaba lo último de la tecnología. Por desgracia siendo utilizada para fomentar esos problemas.

También pude ver -como si arrebatarme la paz fuese poco- cómo la propaganda me controlaba; me decía desde qué comer hasta cómo vestir. Era como si no tuviera elección. Y, así, fueron necesarios pocos minutos para darme cuenta de los escasos esfuerzos por parte de las compañías televisivas por promover un mundo en paz.

Me decidí por otro medio tecnológico de gran importancia, Internet. Visitando algunas páginas al azar, me sorprendí del contenido violento que algunas de éstas mostraban. En realidad, son pocas las instituciones que se dedican a promover la paz en la sociedad, en comparación con la necesidad hacia éstas. De este modo, al mismo tiempo que transcurría el día, así yo asociaba el mundo contemporáneo con mi sueño.

Ejemplos del uso incorrecto de los medios de comunicación pueden ser también encontrados en los periódicos. Prevalecen ante la elección del público y cantidad, los que muestran violencia de un modo jocoso, los llamados amarillistas. Mérito merecen aquellos que se esfuerzan por escribir artículos por la paz e información conveniente en estos días.

Cada vez me sorprendía más y más de lo mucho que coincidían estas dos nociones, mi sueño y el mundo. Era como algo de lo que no se podía escapar. Una trampa que se encargaba de recordarme y casi convencerme de que los problemas del mundo no tienen solución.

Al final del día, había un debate de ideas en mi mente. Pero, después de todo, iba a dormir; el tiempo de descansar había llegado. La noche era silenciosa, y mientras yacía en mi cama pensé: “No me extrañaría si vuelvo a soñar lo mismo”. El día me convenció.

Eso que nos falta, la paz. El medio por el cual se llega a la sana convivencia entre los seres humanos. Para hacerla posible es ineludible un ordenamiento social ecuánime, en el cual todos los ciudadanos posean las mismas oportunidades de desenvolverse como personas y les sean respetados sus derechos fundamentales. Los que practican la paz saben que ésta no es simplemente la ausencia de conflictos, pues los hombres siempre han sido y serán conflictivos, sino la capacidad de manejar dichos conflictos y superarlos por medio de métodos no violentos, como la protesta pacífica, el diálogo y la negación. Los medios tecnológicos tienen la capacidad de promover un mensaje en muchas personas, razón por la cual pueden ser utilizados para crear un mundo en paz. Pero hoy ese potencial está siendo desaprovechado. Al parecer, la mercadotecnia es más trascendental, quizás eso provoca que muchos tengan la misma clase de sueños.

“Todo lo verdaderamente grande
pertenece a la humanidad entera”
Emil Ludwig

La comunicación, la tecnología y la paz son términos que están hoy en boca de todos, simultáneamente; son muy variadas las formas en que los conceptos son interpretados. En este ensayo me daré a la tarea de encontrar alguna definición a estos conceptos, basada en nuestra sociedad actual.

En primer lugar, la comunicación es la base fundamental de la vida humana, el lenguaje, el idioma o las palabras con las que nos expresamos, son claves para nuestra vida. Ya sea con imágenes, símbolos o con palabras, los seres humanos, por su naturaleza sociable, no se podrían entender si no fuese por la interacción y esta interrelación tiene una gran importancia comunicativa; porque ya no sólo nos comunicamos por medio de radio, televisión o prensa escrita como lo hacían nuestros abuelos, nuestra época, gracias a los adelantos en la tecnología, pone en nuestras manos inventos que, de alguna u otra forma, nos hacen la vida más fácil, y uno de esos grandes inventos de la humanidad es éste por medio del cual hasta puedo comunicarme con ustedes en este momento: la computadora. Las computadoras, con el Microsoft, los correos electrónicos y los faxes, entre otros, cumplen la función que, al fin y al cabo, se ha buscado desde las primeras formas de técnica humana, comunicarnos.

Como vemos, la primera revolución, la del carbón y el vapor hoy fue reemplazada por la del teclado y el Internet; todo esto conlleva a una “aldea global”, donde se rompen fronteras y cada vez es más fácil comunicarnos, pero esto nos hace pensar en una interrogante: ¿Será bueno que exista esta facilidad de procesamiento y transferencia de información (on line) con las nuevas tecnologías?

La palabra “tecnología” se utiliza con frecuencia sin ser entendida en detalle, se describe como un poder oculto que está moviendo al planeta actualmente, que determina nuestra vida y nos domina cada vez más. Pero al mismo tiempo une muchas esperanzas de un mundo unido, seguro, pacífico y humano. Es entonces un término de doble significación, pues por un lado simboliza esperanza paz y unión, pero al mismo tiempo dependencia y amenaza.

¿Cuál es nuestro deber?

Debemos encontrar la conexión correcta entre la triada paz, comunicación y tecnología. Una relación pacífica conlleva buena comunicación y si a esto le sumamos el aprovechamiento sano e inteligente de la tecnología, podríamos haber cumplido con nuestra misión en el mundo.

La tecnología existe para nuestro apoyo, sin ponerla más arriba que una herramienta auxiliar de nuestra vivencia. No dejemos que suceda otra vez como en épocas pasadas cuando aquel hombre brillante, de cabello blanco y despeinado, descubrió que aún después de separar una molécula encontrábamos algo, la energía, y esto trajo una de las desgracias más grandes que ha visto la humanidad producto de un inadecuado manejo de un gran descubrimiento, error que aún todavía llevamos a cuestas y lo estamos pagando.

El momento en el que nos encontramos es perfecto para aprovechar toda esta información que tenemos, compartirla con el mundo entero, no ser egoístas y juntos luchar por un mundo unido, al cual todos tenemos derecho, no el derecho que se tiene sobre algo, sino el derecho que tiene cada persona misma sobre su vida o cada niño a jugar.

La comunicación es fácil y se comunican hasta las especies menos inteligentes, lo que nos hace grandes es la solidaridad en primer lugar con una madre naturaleza a la cual hemos descuidado y dañado enormemente, y en segundo lugar, la lealtad y el compañerismo hacia los demás, el respeto y el buen uso de nuestras herramientas auxiliares producidas por la tecnología.

Tenemos la oportunidad de aprovechar que somos los únicos seres vivos capaces de conservar nuestro planeta, sólo debemos unir caminos para lograr una convivencia armónica entre todos.

Paz, necesidad del ser humano

Tercer lugar
Ricardo ValverdeTrejos
13 años
Colegio Monterrey, San José

Ante un mundo cambiante, donde la violencia gana terreno todos los días, nace la imperiosa necesidad de idear mecanismos capaces de detener esta actitud destructiva para la raza humana. Construir una cultura de paz ya no es un deseo, en mi humilde opinión de adolescente; se debe buscar cuándo y dónde se perdieron las bases de un concepto ya establecido, un componente importante de la identidad de un pueblo de trayectoria pacífica.

Por décadas, nuestro pueblo ostentó la fama de ser una región en la que la violencia era mínima y la prioridad de sus habitantes consistía en fomentar los valores personales y espirituales; sin embargo, con el paso del tiempo se fueron perdiendo los horizontes, otras prioridades ocuparon el lugar de aquellas valías que les proporcionaban felicidad y armonía a las personas.

La oferta de nuevos inventos y tecnologías lograron apartar a nuestros antecesores de los esquemas tradicionales y perfil de vida; a ellos no les fue posible asimilar de manera ecuánime estos avances y cambios. Sin darse cuenta de la realidad, cada invento tenía un propósito: lograr obtener más horas libres para disfrutar los regalos de Dios en familia y la naturaleza que los radiaba; pero a pesar de esto, poco a poco el fantasma de la codicia se apoderó de sus mentes y cada vez se ambicionaba más, hasta el punto de desear y adquirir artículos innecesarios. A estos factores negativos, se les unieron los cambios de los años sesenta y setenta, décadas en las que ocurrió la máxima deserción de los centros de estudios.

Los jóvenes influidos por culturas extranjeras, y por las ofertas de trabajo, ofrecidas por las empresas textileras y compañías agroexportadoras, sin el requerimiento de estudios académicos o capacitación alguna, abandonaron sus estudios y se sumaron a la fuerza laboral; todo esto se convirtió en el detonante de la desintegración familiar y generó la ruptura de los esquemas que salvaguardaban la familia costarricense.

Al mismo tiempo, otro invasor ganaba terreno, corroyendo a aquella generación rebelde: el narcotráfico, responsable directo del aumento de delincuencia, alcoholismo y prostitución, entre otros. Enloquecidos por el deseo de adquisición, una importante parte de la sociedad cayó en las redes de la corrupción; sin estudios y con escasa preparación, se enfrentó con un mundo difícil, donde la inflación mundial exigía cada vez más recursos monetarios para sobrevivir. No pasó mucho tiempo para que las empresas, al ser afectadas por la misma causa, comenzaran a abandonar el país, dejando tras de sí una estela de desempleo, lo que afectó directamente a este grupo cuya educación era insuficiente; muchos de ellos son los padres de la generación actual.

No busco excusas para ellos; sin embargo, si lo pensamos, los prototipos que se les brindaron no fueron los mejores; son individuos que en su mayoría se desarrollaron solos, porque papá y mamá no permanecían en casa por mucho tiempo, a causa del trabajo o sus adicciones personales; la calle fue su niñera, la violencia su directriz, la delincuencia una opción, que, de forma errada, les permitió sufragar sus necesidades, aunque eran conscientes de que ponían en riesgo su integridad y su libertad.

Estos individuos en su sendas de oscuridad, sufren un sinnúmero de atropellos, que destruyen su autoestima, y los lleva al límite, convirtiéndolos en zombis vivientes; es difícil tratar de hacerlos comprender una idea, convencerlos de cambiar su forma de vida, aunque se ha logrado en algunos casos aislados.

El problema es que esta población es progenitora de niños, niñas y adolescentes, que corren el riesgo de seguir este ejemplo, y es en este punto en que la ciencia, la tecnología y la comunicación intervienen, junto con todas las entidades preocupadas por la violencia e inseguridad de nuestro país; enfocarse en ese grupo es la mejor opción, la nueva generación, la que actualmente está en formación.

Con fe, esperanza, amor y más programas orientados en la estimulación del ego, se incitará a esta población para romper barreras y cadenas de forma positiva.

Primer lugar
María del Milagro Núñez Solís
18 años
Colegio Humanístico Costarricense, Campus Omar Dengo, UNA

Vivimos en la Era Contemporánea, inmersos en una sociedad acelerada, fundamentada en el individualismo y la competencia como elementos de defensa ante la deshumanización. Entre las características más importantes del siglo XXI, encontramos los grandes avances tecnológicos y comunicativos que influyen en nuestra cotidianidad. Habitamos en un mundo que coincide mucho con el que Julio Verne nos propuso hace dos siglos en su libro París en el siglo XX; él nos narró acerca de un lugar en el cual los avances científicos siempre iban de la mano con el bienestar y progreso social. Puede que Verne se haya equivocado en algo y es que no todas las innovaciones de las que gozamos hoy son tan sanas para el planeta Tierra. Desde aquel 6 de agosto de 1945, la humanidad adquirió conciencia del potencial destructivo que los grandes avances tecnológicos pueden tener sobre el ambiente y la salud. Tampoco se debe ser tan drástico ya que la ciencia no es la villana de la película, como popularmente se dice, sino es de aquellos egoístas que abusan de los recursos tratando de satisfacer intereses propios.

Cuando escuchamos la palabra paz, la mayoría de veces aludimos a un proyecto, a un sueño por alcanzar, un ideal que la humanidad persigue. Su significado no se refiere tan solo a poner fin a las guerras. Envuelve un conjunto de procesos capaces de satisfacer equitativamente nuestras exigencias vitales y a fomentar el respeto de los derechos humanos. Aunque sea utópico, si trabajamos con ahínco, lograremos alcanzarla. Violencia es un término que no solo implica golpes, asaltos y muertes; incluye todo aquello que perjudica el desarrollo de las habilidades y la satisfacción de las necesidades básicas del ser humano. Es un verdadero reto proponer estrategias para brindar seguridad. La desigualdad económica propicia esta problemática. El acceso a la tecnología y a los medios de comunicación está dividido por una gran línea, ya que el alcance de los países desarrollados es realmente alto comparado con el nuestro, por eso es conveniente elaborar soluciones en busca de una cultura de paz que sean reales y viables a nuestro entorno.

Siempre he cuestionado la manera en que la propaganda a favor de algún bien social es transmitida, muchas veces el mensaje no alcanza a los sectores populares más vulnerables. Para ellos el acceso de ciertos avances comunicativos como la Internet es restringido. Una posible solución es que por medio de la participación ciudadana, se construya la cultura de paz. Cualquier familia, sin importar su situación económica, posee un radio, un televisor o viaja en bus. Hay que elaborar programas radiofónicos, televisivos y propaganda urbana comprometidos a transmitir información importante que ayude a los menos favorecidos; limpios de contaminación ideológica que coarte la libre expresión. Además, es primordial alfabetizar a la sociedad tecnológicamente para que así comprenda los procesos en los cuales está inmersa. Una manera de lograrlo es la existencia de un trabajo conjunto entre científicos y la comunidad proponiendo métodos que permitan amortiguar sus efectos en la humanidad. En materia de salud se debe luchar por brindar a los discapacitados soluciones tecnológicas que mejoren su calidad de vida, a su vez concientizar a la industria farmacéutica para que dirijan sus investigaciones hacia el bienestar común sin intereses de por medio.

Tampoco hay que dejar el tema ambiental de lado, es necesario recurrir a la utilización de materiales cuya vida útil sea más prolongada y a las tecnologías verdes, ya que para vivir una cultura de paz completa, debe de existir un desarrollo sostenible que garantice mejores condiciones de vida

Como futuros profesionales debemos construir nuestros proyectos de vida desde una visión humanista. Esto implica ser una persona integral, preocupada por su entorno, no simplemente bárbaros especializados, autómatas que trabajan por un sueldo. Hay que actuar a partir de los principios de solidaridad, tolerancia y cooperativismo. Crear una cultura de paz es responsabilidad de la raza humana. En un mundo tan acelerado, el individualismo y la búsqueda de poder conducen al crimen, a la corrupción y a la crueldad. Se necesita integración y un gran trabajo en equipo que incluya a los sectores populares y científicos para que su contribución conjunta algún día alcance la paz.

¡¿Libertad de expresión? ¿Qué nos pasa?!

Segundo lugar
José Carlo Vargas Jiménez
16 años
Colegio Patriarca San José, San Ramón-Alajuela

Nuestro planeta es una ínfima partícula, la cual gira por un ápice de tiempo en el universo. Pero dentro de sí misma encierra múltiples seres y entre ellos nos ubicamos nosotros, una civilización que se ha desarrollado y ha pasado de vivir en cuevas a rascacielos, de comunicarse mediante señales de humo a “chatear”, de cazar y recolectar a comprar en lujosas cadenas multinacionales de supermercados. Hemos visto todas las aplicaciones prácticas de la ciencia, las cuales reducen los costos y el tiempo de operación mientras duplican la producción y los ingresos. Es increíble lo rápido que la humanidad ha avanzado en los últimos siglos, cada día aparece una nueva actualización de servicios y productos mientras muchos de nosotros permanecemos atónitos y escépticos. No obstante, dentro de todos estos adelantos tecnológicos la comunicación no se escapa de las mejoras y la competencia.

Los medios de comunicación son cada vez más eficaces y es maravilloso ver como en una fracción de segundo poseemos información actualizada de lo que sucede al otro extremo del mundo. Enfocando el tema de la comunicación, nace en mí una interrogante: “¿Tenemos actualmente una verdadera libertad de expresión, o recibiremos verazmente la información suministrada por la prensa, tanto nacional como internacional?”

El tema de los medios de comunicación es muy complicado, debido a la manipulación del mismo, hay detrás de la “libertad de expresión” múltiples intereses políticos y económicos. La mayor parte de las personas culpan a los medios de difusión cuando los verdaderos culpables son los que están detrás. Cómo se pretende construir una cultura armónica y pacífica con esta prensa sensacionalista y amarillista que satura nuestro planeta.

Este humilde servidor pregunta: “¿Si de todos es el afán por la paz mundial, por qué las macro potencias económicas y políticas no mueven sus influencias?” El hecho es que significaría una pérdida de capital y de su soberbia. Miles de personas mueren de hambre diariamente, centenares de personas pierden por completo sus hogares; sin embargo, la prensa escrita, televisada, y cibernética se hacen de la vista gorda pues están saturados de fútbol, moda, farándula y otras nimiedades que nos deshumanizan.

Se sobreentiende que el dinero mueve al mundo y que lo negociable es el generador de divisas, pero si tan angustiosamente buscan la paz en el orbe “¿Por qué no promover la humanización?”. La libertad de expresión está plagada de sanguijuelas cuya única intención es mercadear, no hay espacio para la libertad de opinión pues la censura y la opresión nos acallan. Tenemos la corrupción en la nariz, pero estamos amordazados, además jadeantes de ser tildados de locos, tan solo por querer el bien común. Nuestra labor quijotesca no empieza ni termina en protestas, pues los titiriteros de la comunicación nos desenfocan y ponen palabras en nuestra boca que no nos pertenecen.

Claro lo tenemos, no nos dañan los medios, sino, la perniciosa gente que se ocultan en un sofá, abanicando sus inmundos rostros con dinero malversado y teñido con corruptas tácticas.

Así pues, toda la tecnología fue creada para el bienestar común, no obstante, el hombre en su tergiverso afán de enriquecimiento, ha vendido la convivencia pacífica.

Por otro lado, los ticos no estamos inmunes al autismo impuesto, pues la prensa nacional también está sometida por grandes empresarios, los cuales, a su vez, manipulan lo que se publica para no dañar a sus demás multimillonarios accionistas. Vemos a su vez como el “sensacionalismo” sacude a nuestro país pues las publicaciones más vendidas son las que amplifican y distorsionan la información para así convertirla en grotescas y repulsivas imágenes cuya rentabilidad supera los límites de lo imaginado.

En síntesis, la tecnología ha mejorado la forma y la velocidad de la comunicación; esto es maravilloso y venerable; sin duda, verdaderamente estamos presenciando una revolución que incrementa cada día más nuestro bienestar. Mas los que lucran con la información están atrofiando nuestro camino hacia una cultura de paz; al mismo tiempo no están construyendo un entorno saludable para esta y las venideras generaciones, ni tampoco están permitiendo a otros mejorar la situación actual tanto nacional, como internacional. Debemos romper las cadenas y llevar a cabo esta “empresa” con la tenacidad que nos demanda una verdadera libertad de expresión.

Un mundo de paz influenciado por el buen manejo
de la información y de la tecnología

El mundo está lleno de una gran diversidad de culturas, formas distintas de gobernar y de pensar, diferentes sociedades, etc. Pero, a pesar de esto, hay un objetivo en común: lograr relacionarse pacíficamente de manera que cuidemos el planeta en el que vivimos y seamos todos beneficiados.

Pero nuestra realidad lamentablemente es otra, ya que a causa de muchas situaciones, actualmente existen guerras, desacuerdos, competencia entre muchos países, gran cantidad de problemas sociales, económicos y culturales, que nos atacan y hacen de la Tierra, nuestro hogar, un “infierno”.

Existen varios factores que influyen de manera significativa en las relaciones entre las personas. Uno de estos factores, y que en mi opinión es el más importante, es la comunicación.

La comunicación se puede definir como un intercambio de información que tiene como objetivo generar nuevas ideas o resolver una determinada situación. La comunicación está íntimamente relacionada con la tecnología, ya que la forma más rápida y eficaz de comunicarse es por medio de los grandes avances tecnológicos que ha hecho el ser humano.

Este intercambio de información por medio de avanzadas tecnologías, ha tenido un gran impacto en el mundo. Todo es comunicación, desde aparatos como los teléfonos, radios, televisores, computadoras, hasta lo más rudimentario como lo es la escritura (cartas).

Pero si analizamos un poco, nos daremos cuenta de que la comunicación por medio de la tecnología ha aportado demasiados beneficios, pero también ha provocado perjuicios en la sociedad.

Dentro de estos beneficios, podemos mencionar la rapidez de intercambio de información, un ejemplo de esto es Internet. La Internet es una herramienta muy útil, ya que permite de alguna forma unir al mundo creando una red en la que pueden ingresar todas las personas del planeta; también este avance crea oportunidades artísticas, científicas, económicas y más, porque las personas tienen acceso a una gran cantidad de información, creándose así un mundo virtual en el cual todas las personas pueden ayudarse. Otro beneficio de la comunicación es quitar la incertidumbre en las personas; por ejemplo si observamos la televisión, podemos darnos cuenta de los acontecimientos más importantes que están sucediendo en el mundo, no solo por la televisión, sino también por los periódicos, por Internet, o por el radio. Por medio de los medios de comunicación también se pueden realizar intercambios de cultura entre países, que nos informan acerca de cómo se vive en distintas partes del mundo.

Pero, lamentablemente, no todo es tan beneficioso; los medios de comunicación y las tecnologías de información también han afectado de manera negativa. Desde algo tan simple como que un niño vea un programa muy violento en la televisión, hasta que por un mal manejo de la información, dos países entren en conflicto. La información que se intercambia no siempre es para bien; por ejemplo, en Internet podemos encontrar páginas donde la información es violenta, morbosa o negativa, y con solo eso hay muchas personas que se ven influenciados por esto y causan muchos daños a la sociedad.

La tecnología constantemente crea aparatos para la comunicación, pero al poco tiempo es fácil que se descontinúe porque crean otro “mejor”, lo cual lleva a un consumismo excesivo por parte de las personas, y si nos ponemos a pensar, este consumismo afecta de manera directa al planeta, ya que la construcción de todas estas nuevas invenciones contamina el ambiente. Y no solo el ambiente se ve afectado, sino que nosotros mismos nos hacemos daño.

¿Por qué hay tanta violencia? ¿Por qué se dan tantos robos y estafas? ¿Por qué hay tantas guerras entre países? En realidad, son muchas las causas de esto, pero tiene mucho que ver el mal manejo de la información de parte de los medios de comunicación y de los avances tecnológicos que no se han creado para el bien de la humanidad.

Es importante estar conscientes de que la comunicación es sumamente importante en el mundo, ya que los conflictos se dan por un desacuerdo entre dos individuos; se da por el egoísmo de pensar en el beneficio propio sin importar los demás. Por eso si realmente se da un apto manejo de la información y de la tecnología, buscando soluciones que nos beneficien a todos y que beneficien al planeta, se puede lograr construir una cultura de paz.

Communication and Technology Building a Culture of Peace

Primer lugar
Roberto Brenes Herrera
15 Años
British School of Costa Rica

Technology and communication have become a part of our lives. Computers, cameras, robots, and other types of technology have now become almost a part of our lives and we are accustomed to them, but our society isn’t making the best of it. We are developing technology to a point that we thought wasn’t possible. This shows that our society still has a chance to overcome some problems we previously qualified as “impossible”. We have to take advantage of our creations and use them wisely to create a better world for future generations.

The internet is a great resource of information which has allowed people to connect with each other. It can be used to let people know what’s going on around them. It allows journalists to broadcast live from almost anywhere and to keep people informed. Instant messenger and online phone call programs such as Skype let people have conversations with friends and relatives miles away at a smaller cost than international phone calls.

If someone that lives in a remote region gets some sort of injury they are able to have a video conference with a doctor that would tell them or someone around them what to do to save their life.

Internet connection can also help education. It can connect students from all over the world to increase cultural and ethnic unity and tolerance. Conferences can be live-streamed and viewed with different speakers and audiences miles away.

Even with lots of positive uses the internet can also be a tool for illegal activities such as hackers and identity fraud. That’s why internet security must be constantly improving to keep people safe.

Another way to create a culture of peace is to create peace with the environment by applying new technology to machines such as cars and other forms of transport. Non-polluting fuels are vital to prevent irreversible effects of global warming. Wind, Hydroelectric, Tide and Solar power technology already exist, all governments have to do is to implement these power sources. Schools should replace notebooks, textbooks and other objects that use up paper and contribute to deforestation all over the world with computers.

The ultimate way to create a culture of peace is to create peace with each other. Diplomatic meetings can be done from a distance which would reduce the risk of attack. It would settle conflicts peacefully. Technology must advance to find weapons and save people from terrorist attacks. This could prevent the loss of thousands of lives. Armies should improve their intelligence agencies and technology to the point that they’re sure that their attacking enemies and not innocent civilians.

Artists and celebrities have massive influence over people and should promote important causes through their movies, albums and other art forms or by making big events like live 8.

In conclusion technology has advanced to the point were lots of people live comfortably but it should advance to the point were we can continue our lifestyles without worrying on the effect on out planet and on other people.

Primer lugar
Adriana Esquivel Fallas
16 años
Pan-American School

Isn’t it amazing how long we have come in the field of communications and technology? Click send, and any piece of knowledge, music, or literature can travel across the world in seconds. Press a button, and infinite amounts of things can happen: an explosion, a sound, a movement, anything. Like everything else in the world there is a decision that comes with this great amount of power, it can be used to cause good, or to cause harm and destruction. The same piece of information can save a nation and its people or completely destroy it. But can the same objects that may lead the world to the apocalypse, also lead to the world peace we so want to achieve?

As mentioned above, atrocious things can be done with the power of technology and communications, when they’re used with the intent to cause harm, obtain revenge or acquire power through another’s loss. Evidence of the damage caused by this power can be seen in past events like: the bombing of Hiroshima and Nagasaki (where millions were harmed, and where the moral intention of the attackers was and is still questionable), or the Chernobyl Accident (which is a clear example of technology getting out of the hands of humans and therefore affecting millions of people). These events are not proof of all the evil that can be done by using these means but a mere example. Luckily there are many organizations and people that fight such harmful relationships, like that which tyrants, dictators and other power-seeking individuals hold with communications and technology. They try to stop it and make the rest of us see what we should really be doing with this power. We can only hope these organizations are strong enough to cope with these people, and make the rest of us open our eyes to what can be done for the greater good using these resources. These things are true and terrible, nevertheless, we are constantly reminded of the great things that may be achieved with these resources: saving lives, helping those who need to be helped, inventing devices to better someone’s life, say a word of comfort to those who most need it, and so much more.

The people of the world need to open their eyes, we have to stop the course of our destructive machines, we need to start inventing and using the things that really matter for the causes that truly matter. Peace may be one step closer if we use these helpful resources for good, and not foe evil. This will only happen if all of us work together, if we put aside our corruption as well as our longing and striving for power. Technology and communications were brought to this world with the intention of improving it, not making worse. We need to go back in time and be reminded of the truthful cause for these things’ existence. We need to restore peace, and the moment to start is now!

Do We Use Technology, or is Technology Using Us?

Segundo lugar
Priscilla Benavides Amores
16 años
Liceo Experimental Bilingüe de Naranjo

Communication is the process by which a sender conveys information to a receiver. Our ancestors not knowing how to read or write were able to transmit from generation to generation not only languages, and customs, but also knowledge. Nowadays, we posses very advanced technology which allows us not only to communicate with the people who surround us, but also with people from all over the world; this in just a matter of seconds. This seems wonderful; however, we are misusing technology and forgetting about the actual essence of communication.

Technology has advanced at such a very fast pace, that we have not noticed how we have become so dependent of it. Mobile phones were created to help us communicate with each other; however, we are letting these pretty little objects rule our lives. No one can deny that this magnificent creation is essential for communicating with people who are far away from us; but what about the fact that most families are no longer having verbal conversations with each other thanks to the fact that they rather text message each other? It is true that when these devices were invented, the purpose of them was to facilitate life, yet, we are misusing them. In a couple of years, this might be the reason for communication as we now know it to disappear.

In today’s world, we are always being pushed to the limits. We must own the latest fashion trends, the coolest gadgets, and the newest and most expensive cars. When cellular phones were just being released on the market, many people bought them to fit into society since they were considered to be a luxury. Not everything is black or white. On certain situations, depending on the way that we use our resources, something could have a good or a bad outcome.

Technology was created to make life easier, yet, when we stop and think about what we are actually doing with our lives, we realize that we are letting it be run by artifacts that most people do not actually need. It is extremely important for us as human beings to make other people see that if we don’t change our living habits, in a couple of years it might already be too late.

My dad once told me that at a very important meeting, the employees were asked to leave their cellular phones on a desk so that there would not be any interruptions during the meeting. As soon as the meeting ended, and the owners were told that they could pick up their cellular phones, many of them were left behind. It turns out that all the ones that were left behind were not real phones, but toys. This shows how the media has pushed us to ridiculous ways of trying to fit into the materialistic world that we live in.

Mass media: building households and friendship bonds

“Computers are incredibly fast, accurate and stupid. Human beings are incredibly slow, inaccurate and brilliant. Together they are powerful beyond imagination”, by Albert Einstein.

Many questions have been asked about human being’s dependency on technology, and how it could work without the management and control of a person. Although technology has been used by many as an agent to expose either good or bad ideas and uses to the world, it could actually be key for us to develop ourselves in society and create a strong interrelationship bond. But how could we best take advantage of the use of technology as a mediator to promote good values, and above all, peace?

Nowadays our world is witnessing a big change which includes the ever growing technology and its development in each household around the globe. The integration of technology in our lives is more noticeable day after day. We are creating more interactive environments through which we interrelate with others at the click of a mouse button from the comfort of one’s own house. Furthermore, there are many facilities that technology has provided us, just like huge libraries in the cyberspace in which we can have total access to information about practically everything. We are now witnessing how computers are transforming our society into one in which everyone can take an active role in the giving and taking information from the World Wide Web.

Therefore, means of communication can show us the reality of the world and help us become aware of the cultural differences that exist in many societies. They can make us sympathetic, and sensible towards the problems the world is facing such as war, hunger, drugs and many other problems that affect our society. That is how technology and communication could help us comprehend that the changes of the world have been caused by humans and that they will depend on humans.

Mass Media can help sew on the fabrics of interfamily relations by maintaining us communicated, using the internet that facilitate us an instantaneous communication in case of being far from each other. It is also a link through which many people correspond with others; take the case of the exchange of information via e-mail, in which people share ideologies, thoughts and letters. Now, we can project to the rest of the world the good values that we have learned in our lives by the means of communication which are really efficient and fast. But there must be a balance between technology and human bonds.

To conclude, it is true that we have a sort of dependency on technology, but we can work along with it and build a technology-humans harmony and co-existence. Technology can also help us promote a good conscience in each household and assemble the values and morals that will build a peaceful environment. It is time to make a change, a change that should help bring about an interacting culture of balance between human contact and technological interaction.

ORGANIZADORES Y PATROCINADORES

El concurso fue organizado por:

MICIT, MEP, CONICIT, UCR, ITCR, UNED, UNA, Centro Cultural Costarricense Norteamericano y CIENTEC.

Agradecemos a todos los patrocinadores que lo han hecho posible:

Este programa es respaldado por el Fondo de Incentivos, Ley de Promoción del Desarrollo Científico y Tecnológico #7169.