Boletín 
noviembre 2006
Boletín
noviembre 2006
| LOS MUSEOS Y LA COMUNICACIÓN DE LA CIENCIA
Carmen Sánchez-Mora |
INTRODUCCIÓN
El ciudadano no especializado, pero con necesidad de estar informado, requiere de un acercamiento constante y continuo a la ciencia, que hasta ahora no parece haber sido llenado por la escuela, en parte también, porque ésta no siempre es accesible en todos sus niveles a los diversos sectores de la sociedad.Por esta razón, la población utiliza cada día más las llamadas ofertas educativas informales, a las que se acerca con la posibilidad de aprender como una motivación importante.
Por ello es que, aparte de la escuela formal, han surgido en los últimos años, nuevos recursos que propician un acercamiento a las ciencias, como son, las bibliotecas, la TV, películas, videos, periódicos, radio, libros, revistas, Internet , diversas organizaciones y desde luego, los museos (incluyendo los de historia natural, los centros de ciencias, los zoológicos, acuarios, jardines botánicos, arboretums y centros de la naturaleza)
Las opciones educativas científicas fuera de la escuela
Los términos educación formal e informal, son cada día más escuchados para referirse al aprendizaje dentro y fuera de la escuela respectivamente.A éstos habría que añadir un término más: el de educación no formal, que ya hace 50 años designaba a las experiencias educativas del tercer mundo que carecían de acceso a la escuela obligatoria. En los años 70´s, este término fue tomado por los profesionales de los museos y educadores ambientales, que buscaban distinguir su actividad de la que ocurría en la escuela.
Hoy en día, se diferencia a la educación informal de la no formal, porque la última se refiere a los actos educativos planeados, con una cierta duración, no jerarquizados y con objetivos muy definidos, en otras palabras, una educación semejante a la escolar, pero fuera de esta institución. Mientras, para algunos, la educación informal es un término demasiado amplio y significa la educación no dirigida, sin metas definidas o no intencional.
Las diferentes modalidades educativas en los museos de ciencia
Una vez que los museos de ciencia se extendieron mundialmente como una opción informal de acercamiento a la ciencia, se iniciaron las discusiones sobre su papel educativo, lo cual ocurre en su mayor intensidad en la década pasada. Como resultado de lo anterior, varios autores, entre ellos Ma. del Carmen Valdés (2000) llegaron a plantear las siguientes precisiones: se le designa en los museos como educación informal al proceso que ocurre cuando un visitante recorre libremente una exposición sin un objetivo educativo predeterminado. Como educación no formal, cuando los visitantes asisten a una actividad planeada con objetivos específicos, como sería acudir por ejemplo a un ciclo de conferencias sobre un tema dado y, educación formal en museos, a la visita de corte escolar, sobre todo si se busca que con ella se abarquen ciertos objetivos de la currícula. Por otra parte, en los museos, se ha equiparado a los términos divulgación y educación informal, por las ya mencionadas características de no direccionalidad ni intencionalidad, aunque realmente es difícil aseverar que los medios de divulgación y en especial los museos, no tienen una intención educativa particular.
Foto 1: La modalidad educativa informal en los museos de ciencia se realiza cuando el visitante acude sin una agenda predeterminada.El aprendizaje, indicador de la función educativa del museo
Cuando se señala la existencia de diversas opciones educativas como una fuente alternativa de información científica para la sociedad, no puede evitarse considerar la posibilidad de que también ocurra en éstas algún tipo de aprendizaje.Por ello es que día a día, en el ámbito de la educación informal, a menudo surge la pregunta acerca del aprendizaje que pudiera estar ocurriendo en estas aproximaciones educativas.
Foto 2: La modalidad educativa no formal en el museo se manifiesta cuando los visitantes participan en las actividades educativas planeadas por el equipo educativo del museo.Para poder responder a esta pregunta, es necesario hacer un breve repaso de lo que se entiende por aprendizaje. En una postura reciente, el aprendizaje se considera un diálogo entre el individuo y su ambiente cultural y social, es decir, se mira como un esfuerzo contextual para lograr significados que llevan al individuo a sobrevivir y a prosperar. Esta idea se aleja del modelo de transmisión- absorción que imperó por muchos años. En este tenor, aprendizaje es un proceso único, personal, contextual y es una experiencia construida tanto interna como externamente. En consecuencia, rara vez es lineal y siempre es idiosincrásico. Cabe destacar que estos atributos, se acercan mucho a la definición de aprendizaje informal.
Para las instancias de educación informal, el aprendizaje es considerado como un proceso activo construido individualmente; característica indispensable en el aprendizaje informal, término que otorga igual importancia al proceso que al logro.
El aprendizaje informal en los museos
El aprendizaje informal en los museos depende de una compleja mezcla que incluye no sólo el contenido y la presentación de la exhibición, sino también las conversaciones de quienes acompañan al visitante, de su estado de ánimo, etc. Los investigadores del aprendizaje en estos sitios por lo menos, han ido entendiendo que el aprendizaje rara vez es instantáneo, que es acumulativo y requiere tiempo, a veces mucho.Sorprendentemente, ninguna fuente de información es suficiente para que ocurra el aprendizaje informal, como tampoco es responsable una sola institución.
A la descripción del aprendizaje informal, habrá que añadir el conocimiento general que hoy se tiene de la naturaleza social y colaborativa del aprendizaje. En esta visión, el proceso se define en términos de una comunidad de intercambio, donde la comprensión se construye a partir del diálogo con otros.
En el aprendizaje informal, también múltiples fuentes e informaciones contribuyen a la formación del conocimiento, pero este está situado dentro de contextos socioculturales únicos y específicos. Bajo esta perspectiva la pregunta ya no es ¿qué aprendió un individuo como resultado de una experiencia educativa?, sino ¿cómo contribuyó esta experiencia educativa a la comprensión del individuo?
Independientemente de las investigaciones que se esfuerzan por documentar el aprendizaje en los museos, sigue abierta la pregunta acerca de qué tanto estos espacios contribuyen a la divulgación, apropiación, comprensión o popularización de la ciencia.
Las investigaciones en estos sentidos, han surgido debido a que los museos y centros de ciencia requieren justificar su función social y por ende su papel educativo. Por ello es que se vuelve indispensable aprender a medir o evaluar el poder de la educación del museo e investigar seriamente la forma en que las personas aprenden como resultado de la visita. El aprendizaje informal, especialmente el basado en objetos ha sido poco estudiado. Más bien se suelen describir las experiencias de los visitantes, aunque hay estudios clásicos muy interesantes.
Recientemente en la década de los 90´s Minda Borun, Colette Dufresne y Chantal Barriault, entre otras, han descrito el proceso y sus etapas en los museos y centros de ciencia. Últimamente John Falk (2003) ha medido la influencia de los contextos físico, social y personal en el aprendizaje de corte informal en los museos, mientras que Eileen Hooper- Greenhill (2004) ha descrito las experiencias del visitante en categorías codificables.
Sin embargo, aún no se puede responder del todo, qué tipo de aprendizaje ocurre en el museo, en gran parte, debido a problemas metodológicos.
Foto 3: La educación formal en el museo ocurre cuando la visita apoya o complementa los programas de estudio.Diversos autores se cuestionan la posibilidad de que ocurra algún tipo de aprendizaje en el museo, y muchos de ellos se convencen de que éste es diferente en cada visitante, de manera que los logros de ese aprendizaje individual dependerán de los destinos alcanzados por cada quien a lo largo de un camino elegido libremente, entendiendo que en esta modalidad educativa, itinerario y destino poseen la misma importancia. En el caso de los museos se tiene muy claro que lo que el visitante aprende cuando se involucra con una exhibición, está determinado por sus experiencias previas y por todas aquellas que se ponen en juego en la comunicación o interacción con los equipos exhibidos.
La evaluación del aprendizaje en los museos
Algunos profesionales (Friedman, 2001), aseguran que los museos tienen un efecto positivo en el acercamiento a la ciencia, aunque en general critican las metodologías para medirlo. Para empezar, se oponen a que lo que se evalúe sea el nivel de conocimientos ganados a raíz de la visita, bajo la visión de un modelo de déficit. Las entrevistas nos muestran que efectivamente el aprendizaje es personal, provisional, impredecible, idiosincrásico y absolutamente dependiente del contexto, lo cual difícilmente puede ser capturado con pruebas de corte formal escolar (que son las más comunes), lo que ha llevado a reconsiderar las metodologías cuantitativas.Los intentos por medir el aprendizaje informal en un contexto más amplio, tampoco han permitido determinar si los museos de ciencia han tenido un efecto positivo en el acercamiento a la ciencia. La dificultad principal ha sido, que a diferencia de los estudios basados en el modelo de déficit en el que se utilizan encuestas a gran escala, los estudios basados en el modelo contextual han sido relativamente pequeños y limitados a una exhibición, museo o concepto en particular.
El enfoque contextual, aunque más rico y cercano a lo que el visitante piensa y dice de su propio aprendizaje, no nos arroja tanta información como necesitamos, pero al mismo tiempo hay resistencia a aceptar el modelo de déficit, aunque amplio y cuantificable.
Universum, el Museo de las Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México, ha desarrollado una metodología en la que utilizando un instrumento que mide la aplicación del conocimiento a problemas cotidianos (no el conocimiento fáctico) puede, con ayuda de un sistema de análisis de la calidad y modificación del pensamiento del visitante, determinar la influencia de la visita en la aplicación de lo exhibido a su vida cotidiana. Esta metodología además ha resultado ser muy útil para las evaluaciones formativas.
A manera de conclusión
Investigaciones como la mencionada, nos han permitido llegar a algunas conclusiones interesantes, pero el hecho es que seguimos teniendo algunas asignaturas pendientes, entre otras, la medición del impacto que el museo tiene en los públicos fuera de las evaluaciones de corte estadístico y del modelo de déficit, la exploración de nuevos modelos de comunicación, la revisión de las metodologías empleadas en las investigaciones sobre apropiación pública de la ciencia y otra visión en los estudios de público mas allá de lo conductual.--------------------------------------------
Barriault, Ch. (1998) The science center learning experience: a visitor based framework. University of Glamorgan/Techniquest, Msc. Dissertation, 1998.
Borun, M. et al. 1998. Family learning in museums. The PISEC perspective. Philadelphia/ Camden Informal Science Education Collaborative, 1998.
Brown, J.S., A. Collins, (1989), Situated cognition and the culture of learning. Educational Researcher. 18(1): 32-42.
Dufresne, C., Y. Lepage, L.Lamy et M.Sauvé. 1998. Á quoi pensent les visiteurs adultes de type grand public en parcourant seuls des salles d´exposition? Dans L´évaluation, recherché appliqueé aux multiples usages. C.Dufressne (ed) ICOM CECA. 1998.
Falk, J. and L. Dierking, 2001, Learning from science centers: a broader perspective. ASTC Dimensions, January/ February 2001.
Falk, J., Brooks, P., and R. Amin, (2001), Investigating the role of free-choice learning on PUS, in Free.Choice Science Education, J.Falk (ed.), Columbia University.115-132.
Falk, J. and M. Storksdieck, (2005). Learning science from museums. História. Ciencias. Saúde- Manguinhos, v.12 (supplement), p.117-143.
Friedman, A. 2001. They´re having fun-but are they learning anything?. American Physical Society Forum on Education. Spring 2001.
Hooper-Greenhill, E. and T. Moussouri, (2003) Researching Learning in Museums and Galleries 1990-1999. A Bibliographic Review. Leicester UK. Research centre for Museums and Galleries. University of Leicester.
Valdés, S. MC.1999, La Difusión Cultural en el Museo. Trea. Madrid.
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NOTAS
El modelo transmisión- recepción se refiere a aquellas posturas pedagógicas en las que se consideraba que el alumno era un receptáculo vacío en el que el docente le ?llenaría? sus carencias educativas de acuerdo a lo que éste último considerara más oportuno. Ver a Hein, G., 1998, Learning in the Museum, Routledge.
La RED POP, es una red interactiva que surge de la convocatoria realizada por UNESCO en 1990 y reúne a centros, museos y programas de popularización y divulgación de a ciencia y la tecnología en América Latina y el Caribe. Funciona mediantes mecanismos regionales de cooperación que favorecen el intercambio, entrenamietno y aprovechamiento de recursos entre sus miembros. |
A Red-POP é uma rede interativa que surge de uma convocação realizada pela UNESCO em 1990 e reúne centros, museus e programas de popularização e divulgação da ciência e tecnologia na América Latina e Caribe. Funciona mediante mecanismos regionais de cooperação que favorecem o intercâmbio, o treinamento e o aproveitamento de recursos entre seus membros. |
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