[boletincientec] Gemínidas y "2012: La cuenta reinicia" (ciclo maya)

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Boletín  CIENTEC Diciembre, 2012

(Disculpas si lo recibe de nuevo, el sistema no lo distribuyó a toda la lista)

En diciembre, dos insumos para la cultura y la ciencia

Alejandra León-Castellá, Fundación CIENTEC
(en teletrabajo desde Australia)

En este mes, dos temas ofrecen condimentar la cultura con ciencia. Uno de ellos, desde la perspectiva práctica, el otro, desde la actitud crítica. Diciembre trae consigo la mejor lluvia de meteoros que se observará en la Tierra hasta el 2014, las Gemínidas, y  el llamado fin del ciclo, en el calendario de los Mayas, el 21 de diciembre.

Empezaré por la lluvia de “estrellas fugaces”, como se le llama poéticamente a los meteoros. Las Gemínidas es una de las ocho lluvias mayores en el calendario. Visto desde la superficie terrestre, los meteoros parecen irradiar de la contelación de Gemini. Sucede siempre en diciembre, aunque puede aguarse por nubes u opacarse por el brillo lunar. Sin embargo, este año, el máximo de las Gemínidas coincide con una oscura la Luna Nueva, la noche del 13 al 14 del mes, y pueden observarse desde temprano en la noche (a diferencia de las otras lluvias que se intensifican después de media noche), por lo que aficionados y científicos esperan con ansias para observar y monitorear la entrada de las partículas a la atmósfera terrestre.

No se necesitan instrumentos sofisticados para observar una lluvia de meteoros. En realidad, cualquiera persona, con un cielo al menos parcialmente despejado y lejos de luces artificiales puede observarlo. Los meteoros se mueven tan rápido que es difícil seguirlos con binoculares o cámaras. Lo más importante es tener un sitio de observación seguro, algunos elementos básicos para una vigilia nocturna (linterna, abrigo, alimentos, reloj, ...) y un grupo con quien compartir la experiencia.  Por lo demás, hay muchos sitios en la internet, que pueden ayudar a novatos a realizar su primera observación (http://www.cientec.or.cr/astronomia/meteoros.html).

También hay recursos en la red para enseñar a los avanzados a contribuir con los conteos mundiales (que igual que los seguidores de las aves, lo realizan los estudiosos de los meteoros). La reunión de datos ayuda a modelar el chorro de partículas en movimiento, dejado por un cometa o asteroide en su paso cercano al Sol y encontrado por la Tierra en su trayecto anual.  Con los resultados mundiales, también se ajustan los pronósticos futuros.  Es aquí donde, tanto en biología como en astronomía, legos y expertos colaboran en el desarrollo de la ciencia.

Ahora, al segundo tema: el Calendario de los Mayas. Al respecto se ha escrito mucho, tanto para alarmar a la población (y de paso vender libros y conferencias de charlatanes), como desde la divulgación de la ciencia, para desmitificar la fecha y explicar la visión de esta antigua cultura, con grandes conocimientos matemáticos y astronómicos. Sin embargo, al acercarse el 21 de diciembre del 2012, es oportuno reforzar la información disponible para provocar un sano escepticismo y el desarrollo de posiciones propias, argumentadas e informadas, sobre este tema difícil, en jóvenes y adultos. Esa misma razón llevó al Museo Nacional del Indígena Americano del Centro Latino Smithsoniano en los Estados Unidos, a crear un extenso portal bilingüe, en inglés y español, denominado (en positivo) “2012: La cuenta reinicia” (http://maya.nmai.si.edu/es/2012-la-cuenta-reinicia) que involucró, entre otros, a astrónomos, divulgadores de la ciencia, educadores, antropólogos, arqueólogos y mayas modernos, de una amplia región geográfica que incluye EE.UU., México y Guatemala. Este extenso portal se divide en secciones sobre “Los Mayas”, “El Sol Maya”, “Calendario”, “El Maíz” y el “Tiempo Maya y 2012”, “La Cuenta Reinicia”, incluye una sección para maestros y juegos con matemática maya. También responde a los grandes mitos y amenazas, con que han circulado por diferentes medios, uno por uno. Este importante recurso bilingüe fue escrito por una astrónoma nacida en Argentina, que migró siendo adolescente a los Estados Unidos, donde reside desde entonces: Isabel Hawkins.