El uso de reservas foto-energéticas acumuladas por millones de años bajo el subsuelo (petróleo y carbón de hulla) debe ir en balance con la misma cantidad de fijación de carbono en proceso de liberación. Esta fijación de carbono debe ser en forma permanente y más eficientemente en forma de madera. La madera como producto final del proceso de fotosíntesis debe preservarse para evitar su retorno a la atmósfera por acción de los agentes xilófagos o el fuego.
El uso de madera en forma intensiva en la construcción de muchos tipos de proyectos en vez de usar concreto y acero puede contribuir dramáticamente a revertir el calentamiento global. Es por esta razón que he decidido dar la lucha por la promoción de la madera como material sustitutivo, hasta donde sea posible, por estos otros materiales.
La estructura molecular del acero, del concreto, y de algunos otros materiales menos puros como el vidrio, el barro el ladrillo y la mampostería, hace que estos productos sean más homogéneos a la vista que la madera. La madera por ser un producto de la naturaleza presenta variaciones dentro de rangos que se deben definir como valores promedio (llamados en estadística de tendencia central). Dichos valores pueden ser tenidos bajo control con técnicas de probabilidad avanzada pero simple y así diseñar con mucha confiabilidad, estructuras tan elaboradas como puentes, cubiertas de estadios, pilotes de fundaciones y hasta muebles.
