Boletín CIENTEC, junio 2007 San José, Costa Rica
Recientemente se informó (1, 2) sobre la presencia de pasta de dientes *contaminada*
en Costa Rica, después del reporte de muertes en Panamá por esta causa en el 2006.
A continuación se reproduce el comentario del químico Dr. Julio Mata
en aclaración a términos y procedimientos.
¿Está la pasta dental contaminada?
Julio F. Mata Segreda. Catedrático Humboldt 2006, Universidad de Costa Rica.
Publicado en La Nación, 15 de junio, 2007
La prensa ha informado sobre el caso de una pasta dentífrica fabricada en China, que se ha calificado como *contaminada*. El título de este artículo parece a primera vista una pregunta sin sentido, pero en la realidad del uso del idioma puede asegurarse que la pregunta es de legítima validez.
Se entiende en castellano que contaminación es la alteración de la pureza o las condiciones normales de una cosa, por medio de agentes químicos. En el caso de la pasta dentífrica, el problema se relaciona con la presencia de la sustancia que en castellano se llama y se escribe dietilenglicol (DEG).
Para una cierta dosis de DEG, su potencial toxicológico es alto cuando se ingiere, como en el caso de jarabes medicinales manufacturados de manera impropia con DEG o, como en el caso en discusión, en la preparación de pastas dentífricas.
Contenido explícito.
He podido ver las cajas de empaque de este producto, donde se declara que su composición incluye dicha sustancia. Desde el punto de vista legal, no ha ocurrido entonces contaminación del producto, puesto que queda establecida ab initio su composición química. En otras palabras, a nadie se ha engañado.¿Dietilenglicol en productos de consumo humano? Mejor no. Esta sustancia se usa como anticongelante en lugares donde las temperaturas llegan por debajo de cero grados Celsius (temperatura normal de congelación del agua). Es usada también para la fabricación de fluidos de transmisión de energía mecánica, como por ejemplo líquido de frenos.
El metabolismo del DEG en los organismos animales superiores produce ácido oxálico como producto final, el cual en el organismo se transforma posteriormente en oxalato de calcio. Esta sal es muy insoluble y es constituyente de cálculos renales oxálicos (*piedras renales*). La dosis de DEG que se puede normalmente ingerir en el uso de esta pasta dentífrica es menor que las cantidades tóxicas, pero dentro de la prudencia, sería mejor mantenerse alejado de materiales de alto potencial toxicológico innecesario. Esto es responsabilidad del Ministerio de Salud.
Aunque no soy farmacéutico, puedo imaginarme el uso de sustancias alternativas más benignas para formular pastas dentífricas como sorbitol o glicerina o aún diversas formas de polietilenglicol, materiales químicamente relacionados con el DEG, pero de reducido potencial toxicológico.
¿Cuál es el problema? Se ha indicado que este producto fue introducido al país bajo la categoría de cepillo de dientes. Esto apunta entonces a lo que en mis tiempos de güila se llamaba un *diez con hueco*. Imagino que el Ministerio de Salud indicará que no se requiere valoración toxicológica para cepillos dentales, lo cual es en principio lógico. Por otro lado, desconozco cuál sería la función del Laboratorio Químico de Aduanas, a la hora de catalogar este producto comercial y su constitución química. Aquí me imagino también que esta dependencia técnica tiene como función final solo valorar la tasa de tributos de importación.
El asunto indica la necesidad de metas claras para la evaluación del impacto de productos y actividades en la salud pública, basado no tanto en el número de papeles y permisos tramitados, sino en consideraciones técnicas para la consecución del fin buscado: aseguramiento de la salud pública.
Como conclusión, este asunto se trata no de contaminación (adulteración) alguna, sino de la importación de un producto de inconveniente potencial toxicológico.
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